Se va acercando el momento y se empiezan a oír despedidas, colegiales arrastrando maletas y cajas, y algún cuarto queda ya vacío esperando expectante a su próximo habitante.
Él último domingo para muchos, huele a despedidas, a grandes propósitos para el verano que ya está aquí; y el silencioso ambiente de estudio que reina en el Mayor, se ve roto de vez en cuando por algún grito incontenido de nervios. Hace ya más de un mes que dimos oficialmente por clausurado el curso, también hemos dado los premios Buen Aire, y hemos podido aprovechar el principio del verano en compañía de nuestra familia buenairina, pero aún así nos sabe a poco. Todos querríamos prolongar las sobremesas, las tarde de piscina, las excursiones a la Sureña, y tantas otras aventuras sevillanas para siempre. Bien pues he de deciros, colegiales, que la magia de esta vida, como la de la juventud, radica en lo fugaz que es. Vivid el verano tan intensamente como habéis vivido estos últimos nueve meses. Sed tan auténticos como lo habéis sido en el Buen Aire, y tened por seguro que el Mayor os estará esperando en septiembre, tal y como lo dejáis ahora.
A aquellas que ya no volvéis, como tantos años antes lo habéis hecho, tenemos que deciros que os vamos a echar muchísimo de menos. Que sois parte del Mayor, y por ende de nuestras vidas de una manera tan especial, que vamos a ser incapaces de sustituiros. Esperamos sin embargo, poder seguir vuestro ejemplo, y ser para el Buen Aire, tan importantes como lo sois vosotras ahora. Os deseamos la mayor de las suerte en vuestro nuevo camino, estamos seguros de que os llevará a grandes destinos y sabed que siempre que volváis la vista, contaréis con nosotros.
Colegiales, nunca es un "adiós", sólo un "hasta luego".
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