lunes, 30 de mayo de 2011

JOSÉ CARLOS CARMONA SARMIENTO, BECARIO DE HONOR DEL BUEN AIRE, PRESENTA SU CANDIDATURA PARA LAS ELECCIONES PRIMARIAS DEL PSOE

Hace un par de días, se hacía pública la candidatura de José Carlos Carmona Sarmiento para poder ir a las elecciones primarias del Partido Socialista Obrero Español para ser candidato a Presidente del Gobierno. Los colegiales del Mayor quedábamos perplejos ante esta noticia, puesto que el 14 de Mayo, justo el día antes de que los indignados del 15-M acaparan en Sol, el profesor Carmona, daba la clase magistral que precede al acto de imposición de Becas colegiales y de Honor, así como de clausura del curso 2010/11.
Si ya nos asombraba la capacidad multidisciplinar del profesor Carmona, esta última faceta desconocida por la mayoría, ha sido una bomba en el Mayor. Doña Rosa Muñoz,  directora del Servicio de Asistencia a la Comunidad Universitaria y becaria de Honor del Mayor, dijo al imponerle la Beca de Honor al profesor, " Ahora pasa a formar parte de un selecto grupo, el de becarios de honor del Buen Aire".
Nadie conocía el alcance de lo que para él significaba la multidisciplinariedad más allá de lo que se exponía en la conferencia titulada "Retos de los Universitarios en la Postmodernidad" y en modo alguno podíamos percibir que el profesor Carmona ya en esos momentos podía ser vehículo de las reivindicaciones de movimiento 15-M. 
En cualquier caso como Becario de Honor del Buen Aire, todos esperamos que los méritos que le hicieron acreedor de esta distinción se vean reflejados en sus actos a lo largo de todo este proceso y a día de hoy creemos que la frase más apropiada en el momento de imposición de la Beca habría sido la mítica de George Lucas: "que la fuerza te acompañe". 

Candidatura del profesor Carmona.



El profesor Carmona con Doña Emilia Navas Directora del Buen Aire. 



domingo, 15 de mayo de 2011

Memoria de los últimos tres años de la promoción 45, Acto de entrega de Becas y clausura de curso del Buen Aire.

Un año más, el Colegio se viste de gala para la imposición de becas. La generación 45, de la que nos sentimos orgullosas de pertenecer, recibe su reconocimiento a estos tres años de convivencia, risas, llantos, duras jornadas de estudio, celebraciones, fiestas… pero no es un año más, el curso 2010/ 2011 marcará un antes y un después en la historia del Buen Aire.
Hace ya tres años la incertidumbre de dónde e incluso qué íbamos a estudiar  nos impidió conciliar el sueño durante largas noches de reflexión. Actas, resultados y más nervios; decisiones estudiadas al detalle,  o a veces precipitadas…lo importante es que todas las que estamos aquí está tarde y otras muchas que se fueron de la Casa, pero no de nuestras vidas, acabamos uniéndonos a la vida del Buen Aire.
Parte hemos acabado aquí  por tradición, otras después de la minuciosa evaluación de todos los mayores y residencias sevillanas, pero una cantidad importante de las que estamos aquí, ha sido por simple casualidad.
Sin embargo, en el día de hoy nos damos cuenta de que poco importa el motivo por el que llegamos aquí. Lo importante son aquellos por los que seguimos en el Buen Aire. Lo increíble es que el destino nos puso aquí, quiso reunirnos  y damos gracias por ello.
Muchas personas han visto este colegio, el edificio y el parque, así como a la mayor parte de sus colegiales. No obstante no lo conocen, ignoran el espíritu que lo hace único e inigualable. Como dijo Saint-Exupéry: “Sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”.  Nosotros, los que vivimos aquí, conocemos al detalle cada una de sus salas y sus entresijos, pero también las risas que inundan los pasillos y zonas comunes, cada nombre, cada historia, a las cocineras que nos miman, al espectacular equipo de limpieza, las sonrisas de la recepción, el amor de los jardineros por cada planta del recinto y el incansable humor y la tenacidad de nuestro equipo directivo. Quien no haya vivido aquí, solo puede formarse una vaga idea de lo que describo,  pero a los colegiales del Buen Aire se nos esboza una sonrisa sin apenas darnos cuenta.
Han pasado tres años desde que embarcamos en esta aventura,  y aun así parece que fue ayer cuando dejábamos nuestra casa, familia y amigos en busca de nuestro futuro.
Como resumir tres años de travesía en unos pocos minutos, los días de estudio interminables que acaban en risas incontenibles por muy serias que nos propongamos mantenernos. Las comidas de horas y horas en las que nadie pone el más mínimo interés en querer levantarse de la mesa. La preparación de fiestas y eventos colegiales en los que todas trabajamos unánimes y logramos, como pequeñas  hormigas al unirnos, grandes objetivos que nos enorgullecen.
Como transmitir el sentimiento que te va envolviendo a cada segundo que pasa  de que el Buen Aire no es un lugar en el que residir, es un Colegio Mayor, un hogar en el que hacemos vida.  Nosotras que dejamos tierra firme para pasar a formar parte de esta tripulación, tenemos ahora dos casas en las que los familiares y amigos forman un todo que nos define y nos ha convertido poco a poco en lo que somos.
En un día de esta envergadura nos acordamos constantemente de nuestros padres. A ellos que están en parte hoy aquí, gracias. Nos enseñasteis a asegurar los cabos atándolos con toda clase de nudos. Nos mostrasteis como disponer las velas para aprovechar el viento, sin importar su dirección, para avanzar en nuestro rumbo. Con vosotros aprendimos a descifrar las cartas de navegación y a guiarnos por el resplandor de las estrellas en la noche. Nos ilustrasteis en el arte de la navegación para luego ver cómo nos alejábamos sobre las aguas. Animar a un hijo a que emprenda un viaje así, dejarle marchar, no puede ser fácil. Vuestro sacrifico, vuestro trabajo y vuestro buen juicio han hecho posible que nosotras estemos teniendo esta maravillosa experiencia. Siempre incansables, esforzándoos por darnos lo mejor, conseguisteis hacer de nosotras jóvenes preparadas y dispuestas, ansiosas de lanzarse a las maravillosas aguas de la vida. Lo habéis conseguido: habéis logrado hacernos felices. Gracias una y mil veces. Ojala algún día tengamos el honor de llegar a ser tan excelentes maestros como vosotros.
Es imposible no acordarnos de las personas que han pasado por este mayor  y con las que convivimos gran parte del tiempo que aquí llevamos. Los almuerzos con María José y su papiroflexia, las canciones de María Cantarero, la búsqueda de cubiertos de Paca cual inspector Gadget, la avivada fe de Paquita y su afán por hacer limpiezas a fondo, la perpetua relajación de Amparo, la alegría de María Monge… estas son mujeres que marcaron nuestras vidas transmitiéndonos valores y haciéndonos crecer como personas. Esto también vale por todas las chicas que han pasado por aquí. Todas y cada una de ellas han aportado al Buen Aire lo que las hacia únicas. En este enorme buque nos hemos educado en el trabajo en equipo. Ha sido en el periodo que hemos compartido cuando hemos aplicado todo lo aprendido previamente y las debilidades de unas se superaban con el saber hacer de otras, complementándonos y ejerciendo por turnos el rol de alumno y profesor, ayudándonos a crecer como colegialas y como personas. Quizás nuestra convivencia no siempre fue un camino de rosas, como en todas las familias hubo y seguirá habiendo roces, pero al final lo que nos queda son los buenos recuerdos y mentiría si negara que nos habéis dejado una infinidad de ellos. Llegamos aquí con un bagaje de historias personales que tras estos años se han convertido irremediablemente en un sinfín de aventuras en las que compartimos protagonismo. Hemos escrito una historia conjunta, toda colegial sin excepción ha pasado a formar parte, por pequeña que sea, de la vida de las demás y eso nos hace grandes.
No podemos pasar por alto que hubo momentos duros. Días de llanto en los que nos sentimos perdidas y decepcionadas porque os fuisteis, vosotras, las que siempre estuvisteis aquí. El cielo se cubrió por una espesa nube negra, las brújulas dejaron de funcionar, los más experimentados abandonaron la nave. Estábamos perdidas. El pánico y la desorientación se apoderaron de nosotras. Cual  barco sin capitán envuelto en una aterradora tormenta, no supimos que hacer. Lloramos, peleamos, desesperamos, enloquecimos, pero nunca nos rendimos por mucho que se nos pasara por la mente abandonar. Cuando todo parecía abocado a un naufragio inminente y nos preparábamos para el final,  el mar entro en calma, Santa María del Buen Aire una vez más obro el milagro y guió a los navegantes a buen puerto.
Allí esperaba un equipo nuevo y entusiasta que no se dejo acobardar por la crudeza de nuestra situación. Decidieron hacerse cargo de una embarcación dañada, así como de sus exhaustos tripulantes. Compensaron  sus pocos conocimientos iníciales sobre nuestra empresa con dedicación y empeño. Nos escucharon atentamente, atendieron nuestras necesidades, encararon nuestros miedos y la desconfianza que se apodera de aquellos que han sentido como se derrumba el mundo bajo sus pies. Lentamente volvimos a empezar, comenzamos a sentirnos de nuevo a salvo, reconstruimos nuestro hogar. Se ganaron nuestra confianza a base de incesante esfuerzo y paciencia,  logrando formar parte indiscutible del Mayor. Notamos cambios, por supuesto, pero la vida fluye como el agua en el mar; nunca es exactamente la misma, sin embargo, su belleza se mantiene pese a la renovación inevitable de sus componentes. La normalidad no es más que lo que nuestra propia voluntad y compromiso aceptan que sea, por eso buscarla en el pasado carece de sentido. El nuevo equipo estaba dispuesto a trabajar en nuestra recuperación, entregándose en su totalidad para que volviésemos a ser lo que fuimos: un Colegio Mayor. Para regresar al mar a seguir navegando y creciendo.
La nave necesitaba grandes reparaciones. Pocos imaginaban la enorme cantidad de trabajo que supondría el restablecimiento para la nueva tripulación. Fue un camino arduo y espinoso que parecía no tener fin. No obstante, nunca perdimos la esperanza y con la ayuda de manos amigas, sin las cuales probablemente hoy no estaríamos disfrutando de este día, logramos aquello que parecía imposible: en enero izamos velas, dejamos el puerto y volvimos a surcar las olas. Pero algo había cambiado. Somos diferentes: más fuertes, más entusiastas, tenemos ilusión y la certeza de que aquello por lo que luchemos lo conseguiremos por inverosímil que pueda parecer. Pese a que pocos confiaron en nosotros, hemos demostrado que aunque seamos un número reducido, al unir nuestro esfuerzo, éste se incrementa alcanzando límites insospechados. Muchas quedaron atrás y no podemos reprochárselo, pero las que conseguimos resurgir juntas, notamos el fuerte lazo que une a quienes luchan por una causa común
Hoy nos llenamos de orgullo porque  pasamos a ser colegiales mayores. Nuestros años de trabajo incesante reciben su merecido reconocimiento. Somos la generación del cambio. De ahora en adelante seremos nosotras las que decidamos el rumbo que queremos seguir. Nos adentramos en aguas desconocidas y pese a saber que unidas superaremos cualquier adversidad, no podemos evitar estar nerviosas. Dentro de poco se unirán nuevos tripulantes, en su mayoría grumetes, y las pocas privilegiadas que seguiremos en la nave tendremos la enorme responsabilidad de transmitirles los valores y enseñanzas que hemos ido acumulando en estos años.
María Jesús: una alburquerqueña que lleva su tierra allá donde va, y es que ¿quién no la ha oído alguna vez hablar de su “Albur” querido? Su poblado, como ella le llama.
Todos hemos sido participes alguna vez de una de sus “pinky promise”. Ahora es tu turno. Nunca olvides la generosidad y bondad que te caracteriza.  ¡“Concho”! Serás una gran abogada.
                                                                 
Paula: su elevada altura solo es comparable a la grandeza de su persona. Amiga de ideas claras, que sabe aconsejar. Su ingenio, y su peculiar humor han conseguido sacar una sonrisa a todas las personas que han vivido en el Buen Aire. Gracias por aportar ese punto de locura y espontaneidad que toda familia necesita. Paula ¿Sabías que el kiwi es una enredadera?
Clara: Hace que te preguntes como puede caber un corazón tan enorme en apenas 1,65m. En su cuarto, es imposible encontrar cualquier cosa que no sea una amiga ejemplar. Tiene la bondad y la inocencia de una niña. Si vas a Gibraleon, hazte una foto con sus letras por favor!
Mari Cruz: arquitecta, amiga, compañera y activista del Buen Aire hasta la saciedad. Su entrega y dedicación le hacen conseguir todo lo que se propone. Dispuesta a ayudar a quien lo necesite en cualquier momento, aunque no le de la vida para más. Es de sobra sabido que en la 31 estará para escucharte y darte su apoyo.
Ana Caballero una almeriense con estilo hace en el buen aire una Cibeles permanente. Su personalidad es única, siempre mostrando su alegría y entusiasmo. A su lado cualquier momento es divertido. Gracias por ser así.
Alba Romero: qué decir, ¿dónde estás que no te veo?...Una gran amiga, compañera y confidente, siempre en tu particular línea. Todas notamos cuando estás por el Colegio con tu risa sincera, y te extrañamos cuando faltas.
Otras terminan aquí su travesía con nosotras y pasaran a ser embajadoras de nuestro Mayor allá dónde vayan, inundando sus destinos con nuestra filosofía de vida. Desplegando todo lo adquirido en el que ha sido durante años su hogar.
Ángela: la nota musical de nuestra Casa. Porque a buen entendedor, pocas palabras bastan. Tu sensatez y saber estar siempre han ayudado en situaciones complicas.
Arantxa: nos va a resultar extraño ver tu silla vacía al fondo de la biblioteca. Tu personalidad trabajadora es un ejemplo a seguir por cualquier estudiante universitario.
Nuestros caminos se separan, pero bien sabemos que nuestros corazones nunca lo harán. Un devenir incierto nos aguarda. Virgen del Buen Aire ¡no nos abandones!



Memoria de actividades; Acto de entrega de Becas y clausura de curso del Buen Aire, 2010-11.

Como todo acto de clausura de curso el de este año dió comienzo con la lectura de la memoria de actividades por parte de nuestra decana, Genoveva Chasco Cuesta:


El curso 2010/2011 para el  Colegio Mayor Sta. Mª del Buen Aire ha sido una etapa  de transición, que comenzó, como todo gran cambio inesperado,  con impotencia,  incertidumbre, incluso miedo  a no poder volver a estar en este Mayor. Este sentimiento desapareció cuando nos comunicaron que la Universidad de Sevilla había decidido mantenerlo abierto, pero con un gran cambio en el mismo: ya no se hablaría de “las niñas del Buen Aire”  puesto que  a partir de ahora sería mixto.
En julio del curso pasado regresamos a nuestras casas con la tranquilidad de que volveríamos a vivir aquí, pero… ¿cómo sería el nuevo equipo? ¿Seguiríamos siendo en la práctica un Colegio Mayor? ¿Seríamos capaces de seguir transmitiendo el verdadero espíritu colegial?
Llego septiembre, nuestra ilusión por volver a cruzar el arco de un Buen Aire restaurado era desbordante, pero como todas las cosas buenas, la vuelta se hizo esperar. Las obras se prolongaron, todo debía estar perfecto para nuestra vuelta.  Nuestro comienzo de curso se desarrollaría en otro lugar: la  Residencia Universitaria Armendáriz.
Llegamos  con la idea de que podía ser una experiencia interesante y constructiva.  Nos encontramos con una Residencia que nos abrió sus puertas queriéndonos hacer sentir como en casa, su equipo se volcó en nosotras, intentando que nuestra estancia fuese lo mejor posible, algo de lo que estamos realmente agradecidas. No obstante nos sentíamos como extranjeros, las costumbres eran distintas y ya había grupos de amigos formados con la complicidad de años anteriores por lo que la integración no llegó a ser del todo homogénea. Extrañábamos nuestras habitaciones, salas de estudio, nuestro parque, la amplitud de cada una de las partes del colegio así como las relaciones y convivencias con los demás Colegios Mayores.  Aún así, el hecho de pasar tres meses en una residencia nueva nos sirvió para unirnos más, no porque lo demás no fuera bueno, sino por la calidez que te proporciona el relacionarte con gente que comparte tu forma de vida y es capaz de corresponder al sentimiento de compañerismo que existe en un colegio mayor. Nuestra experiencia puede asemejarse  al especial vínculo que se forma entre personas de la misma nacionalidad que coinciden en un país extranjero.
 Aún fuera de nuestra casa nuestro espíritu colegial seguía vivo, y buena muestra de ello es el empeño de la comisión de medios en la elaboración del blog, el diseño de las camisetas y sudaderas del Mayor, los entrenamientos allí donde podíamos, la cena de Navidad que celebramos todos juntos  y sobre todo haber  sabido transmitir el espíritu colegial a los novatos que no nos abandonaron y que hoy nos acompañan en esta aventura.

La diferencia entre un  Colegio Mayor y una Residencia Universitaria es algo que se sabe que existe pero que puede resultar difícil de explicar  si no se vive y los colegiales del Buen Aire lo hemos aprendido muy bien. Hemos sido más colegio y más mayores que nunca.
El anhelo de todo niño ante la llegada de la Navidad es la visita de los Reyes Magos. Este año seriamos como ellos, nuestro regalo de sus Majestades de Oriente sería que el 9 de enero dormiríamos en nuestro querido Buen Aire.

El amigo invisible nos acompañaría en esta vuelta al cole con las típicas pruebas que nos retan a ganarnos nuestro regalo y tomárnoslo como un empujón para sumergirnos en los exámenes.
Teniendo ya más tiempo libre, afínales de febrero algunos colegiales organizaron un viaje a Sierra Nevada donde algunas fotos demuestran las dotes acróbatas de los mismos.
-Este año los colegiales del Buen Aire a pesar de todos los contratiempos que iban surgiendo formamos un equipo de vóley con el que hemos disfrutado de los entrenamientos y  participado en la copa Sadus. Nos llevamos una positiva impresión d esta experiencia y volveremos a llevarla a cabo en años venideros.
-Este año las jornadas deportivas de Sto. Tomás tuvieron lugar en el Hernando Colón. Sus colegiales se volcaron en que todos pasásemos un día agradable practicando diferentes deportes y fomentando la vida colegial quedando El Buen Aire en este día subcampeón de vóley y de baloncesto femenino.
-La Paella, la gran fiesta del Colegio, este año tuvo lugar en un ambiente primaveral. No sabíamos cuál sería el resultado pero el empeño, ilusión, organización y trabajo  no nos faltó. Su celebración en el parque con 250 personas superaron las expectativas.

-Cruz de mayo……una vez más los colegiales demostraron sus dotes interpretativas y su desbordante sentido del humor realizando un teatro donde imitaron a nuestras becarias y finalista de este año. Quedo claro que si fracasan en sus estudios bien podrían montar una compañía de teatro.
Y llegamos al día de hoy:
Becadas, hace tres años que llegasteis a este Mayor y ya sois parte de su Historia.
 Hoy, ya sí, se os entrega por lo que tanto luchasteis y revindicasteis  en vuestro segundo año cuando creíais que el Buen Aire cerraría sus puertas: la beca colegial. Sois una promoción que con seguridad sabrá valorar el verdadero  significado de llevar  esa insignia en los hombros.
Seréis recordadas como la promoción que descubrió el origen del kiwi, aquella tan políticamente correcta,  la que nos transmite lo difícil que es ser uno mismo…
Ángela, eres la única finalista, tu vida universitaria y el paso por este Colegio llega a su fin. Tu paciencia y dulzura no tienen límite, prueba de ello es que has aguantado 4 años rodeada de malos oídos y cantos atronadores sin alterarte ni un mínimo. Comienza una etapa nueva en tu vida donde la ilusión y la alegría deben ir siempre en la maleta de tus impresionantes viajes.
Y por último, en nombre de todos los colegiales del Mayor Sta. Mª del Buen Aire, desearle lo mejor y mucha suerte a Doña Emilia Navas y  a todo su equipo, en la no fácil tarea de llevar un Colegio Mayor, así como darle las gracias por toda su dedicación, empeño y la valentía de haberse puesto al  frente de este Colegio  devolviéndonos nuestros hogar en Sevilla.

sábado, 14 de mayo de 2011

¿Por qué elegir un Colegio Mayor?


Termina 2º de bachillerato, apruebas Selectividad, y por fin!! La Universidad! Pero después del mareo de elegir carrera, de ver si entras o no, viene otro problema.

¿Piso o colegio?

Ahora llegará tu familia: ¡métete en un Colegio! !Que te lo dan todo hecho! Y tú, como la mayoría, te niegas. Tienes 18 años y quieres libertad, independencia, ¡ser adulto! Pero, ¿sabes que? nadie sabe lo que es un Colegio Mayor hasta que vive en uno. Nadie vive la Universidad como un colegial. Nadie tiene más libertad que un colegial. Nadie tiene tantos amigos como un colegial. Nadie va a tantas fiestas universitarias como un colegial.
Porque un Colegio Mayor es más que una residencia en la que te den de comer, te limpien el cuarto o te laven la ropa. En un Colegio convives con personas a las que acabarás considerando verdaderos amigos. No te llevarás genial con todos, pero si te llevarás con todos. Como en cualquier sitio habrá grupos, pero siempre perdurará la unidad colegial, que estará dispuesta a ayudarte ante cualquier problema. Tendrás piques con algunos, pero siempre habrá otros que permitan evitar la convivencia para que no sea incómodo y llegue a más.
Conocerás infinidad de gente. No hay nada mejor que irse a una ciudad nueva, sólo, y que haya veteranos dispuestos a presentarte a gente, a introducirte en la vida del Mayor, a cuidar de tí en ciertos casos y a prestarte apoyo en cualquier circunstancia. Veteranos que seguramente estudien la misma carrera que tú y tengan apuntes, consejos, exámenes resueltos y tiempo libre toda una noche antes de tu examen para hacerte repasos rápidos.
Un tema que pasamos por alto al elegir alojamiento es el tema del estudio, pero aquí te lo recuerdo. Porque en un Colegio siempre habrá salas de estudio o bibliotecas en las que será mucho más fácil concentrarse. Obviamente, siempre habrá alguien que llame a tu cuarto cuando quieras estudiar, y siempre habrá alguien dispuesto a dejarse "molestar" cuando quieras hacer un descanso. Pero algo muy importante es el ambiente de estudio que reina en todo el edificio cuando llega la época de exámenes, que te hace sentir tan culpable, que te obliga a estudiar sí o sí.
El tema de la “no libertad”. Puedes hacer todas las salidas que quieras a lo largo del año sin ningún tipo de restricción. En los Colegios se organizan convivencias intercolegiales tanto en la misma ciudad como en otras, constantemente. Y no todo es salir, porque si no quieres, también habrá alguien con un plan alternativo como ver una peli, salir a cenar, o simplemente pasar el rato en cualquier lado. Por no hablar de los actos académicos para colegiales organizados por la Universidad, como puede ser la apertura de curso en el Paraninfo con el Rector.

¿Y en un piso?

Evidentemente lo vas a pasar también genial, pero no es oro todo lo que reluce: tus amistades van a ser mucho más limitadas, y tendrás que convivir con un máximo de 4 personas en un espacio muy reducido, a las cuales tendrás que aguantar sí o sí durante todo el año, te lleves bien o mal con ellas. Vas a perderte fiestas de Colegios increíbles y únicas que sólo vas a vivir una vez en tu vida, durante tu estancia en el Mayor. Piensa que en un piso vas a vivir a lo largo de toda tu vida, y siempre hay tiempo para vivir con amigos/compañeros/pareja. Además, un gran inconveniente del piso puede ser llegar, como hemos dicho, con 18 años, nuevo, y encontrarte sólo muchísimos fines de semana, puesto que tus compañeros tienen tal o cual cosa que hacer. En un Mayor siempre vas a estar rodeado de gente.


Resumiendo:
En un Colegio Mayor puedes realizar todas las salidas que quieras, es más, si no sale un grupo saldrá cualquier otro, en el momento en que prefieras estudiar también habrá un grupo estudiando, en el momento en que prefieras ver una peli vas a tener compañeros para verlas. Casi todos los fines de semana vas a tener alguna fiesta a la que asistir, ya sea del Mayor en el que residas o en cualquier otro con el que tengamos relación. No tengas miedo si piensas que no vas a poder ser todo lo libre que pretendes, todos hemos vivido esa sensación, y te podemos asegurar que esos miedos desaparecen en cuanto ves la cantidad de planes que se forjan en el Colegio, y la gran unidad que existe entre todos los colegiales.

Es algo que hay que vivir para poder contarlo, e intentar hacértelo llegar, tal y como pretendemos, no es tan simple. Sólo si lo vives descubrirás realmente la esencia de lo que intentamos transmitirte. Desde el Mayor te recomendamos la experiencia de vivir en el Colegio, al menos, el primer año de tu vida universitaria. Conocerás muchísima gente y no te sentirás sólo, recuerda que tus veteranos estarán para guiarte en todo momento!



Colegio Mayor Santa María del Buen Aire.

miércoles, 11 de mayo de 2011

No al cierre del CMU Ramón Llull

     Hace un par de días, llegaba al Mayor la noticia de que los colegiales del CMU Ramón Llull, el más antiguo de Barcelona, habrán de buscar un nuevo hogar para el próximo curso. El edificio pertenece a la Diputación de Barcelona y su gestión corre a cargo de la Universidad de Barcelona hasta 2019, año en el que cesa en contrato. Ahora la Diputación de Barcelona quiere recuperarlo para oficinas, y la Universidad de Barcelona no muestra oposición alguna a esto. Los colegiales se han movilizado creando una plataforma desde la que recogen firmas: http://www.salvemlaresidencia.org/ ) desde la red social Twitter. ( @noaltancament ) y también desde Facebook: ( “NO al tancament del CMU Ramon Llull” ). Os animamos a que os intereséis por ellos, porque están atravesando una situación difícil y necesitan nuestra colaboración.

     Esta noticia nos ha traído el amargor de las lágrimas a la garganta. Y es que todos recordamos aquellos meses de incertidumbre en los que grabábamos cada minuto a fuego en la memoria porque podía ser de los últimos. El azahar florecido en el Patio Blanco, la noche de San Juan, las Becas...y cada paseo en soledad o en compañía galería Ancha arriba y abajo. Hemos vivido una gran aventura a lo largo del último curso. Hemos vivido la "buena nueva", las esperanzas, la obra, el "exilio", la Navidad fuera de casa, la mudanza, la lucha diaria por ser colegiales y no residentes, por ir limando las asperezas de nuestra nueva casa, porque gracias a la colaboración de todos el Buen Aire se ha convertido en un clásico renovado. Y sobre todo hemos aprendido mucho.

     Es por todo esto que no queremos que el Ramón Llull cierre. Porque deseamos para sus colegiales una aventura tan importante o más que la nuestra, que luchen, que confíen, que griten, que colaboren, que tengan esperanza.


Como escribió Nelia Bonillo hace ya un año: 
"Gracias a los que frenaron, porque nos hicieron acelerar.
Gracias a los que se rindieron fácilmente, porque nos hicieron luchar con más ahínco.
Gracias a las logias a hurtadillas y de madrugada, y a las que vinieron a ellas."

jueves, 5 de mayo de 2011

El Buen Aire se va de Feria

     La Feria a Abril este año cae en mayo, pero no por ello iba a ser peor. El Buen Aire también tiene novedades, y es que por primera vez y desde ahora, se quedará abierto para el disfrute de esta fiesta tan típica y tradicional de la ciudad hispalense.